En la Reunión que la Junta Directiva de la Sociedad Española de Contactología (SEC) celebró en Córdoba, durante el Congreso de la SEO, tuve conocimiento de mi nombramiento como Director de la Revista Española de Contactología, y por qué no decirlo «me hizo ilusión». Y es que quienes, como yo, escogieron la Universidad para desarrollar sus vidas, saben que en ella únicamente se sobrevive mientras se mantiene la ilusión. Desde estas líneas, deseo agradecer a los compañeros de la Directiva la confianza depositada y decir a todos los socios que trabajaré con ahínco para cumplir satisfactoriamente con el encargo.
Por otra parte, existía un «reto», la Revista Española de Contactología no se publicaba desde el año 2000 porque no llegaban trabajos para publicar. Cuando el anterior Director de la Revista y ex-Presidente de la SEC me entregó los artículos pendientes pude comprobar esa cruda realidad, pues solo había cinco y algunos muy poco elaborados. Así, pues, debemos agradecerle que con escasa colaboración haya hecho posible que diez números de la Rev. Esp. Contact. vieran la luz.
Como primera medida se decidió que este número once recogiera los trabajos que estaban pendientes de publicar correspondientes a los años 2001-2004, a los que se unieron algunos recabados de amigos contactólogos que habitualmente publican en revistas internacionales, y se solicitaron también dos revisiones sobre sendos temas de máxima actualidad, como son el uso prolongado o el problema de la sequedad ocular. Los artículos de investigación relacionados con la cirugía refractiva, los usuarios de videoterminales, las lentes de contacto terapéuticas para administración de fármacos, la transmisibilidad de las lentes multifocales, los sistemas piggyback, la tolerancia de las lentes permeables al gas,..., así como algunos casos clínicos bien documentados, pretenden dotar de un contenido atractivo este nuevo número. Todo ello va precedido del magnífico editorial de nuestro gran amigo el profesor Miguel Fernández Refojo, con quien todos los contactólogos españoles y del mundo estamos en deuda por su dilatada vida científica dedicada al estudio de los materiales biocompatibles en la oftalmología en general, y en la contactología en particular.
Somos muchos los oftalmólogos que adaptamos lentes de contacto y cada día somos capaces de observar y resolver nuevos problemas. Otros profesionales, como bien nos recuerda el profesor Refojo, también contribuyen al avance de esta parcela del saber científico y del buen hacer profesional. Algo debe estar ocurriendo en el seno de la SEC, que no anima a la participación, ni a compartir ese conocimiento, que al fin y al cabo es su principal objetivo y el de su Revista. Pongámosle remedio asistiendo a la Reunión Anual, sometiendo nuestros trabajos para la revista, aportando un granito de arena y contribuyendo a que no desaparezcan ni la Revista, ni la SEC. Unos más, otros menos, pero todos los miembros de la SEC estamos comprometidos.
Manuel Ángel Parafita Mato
Profesor Titular de Oftalmología
Universidad de Santiago de Compostela