LENTILLAS TÓRICAS BLANDAS: ERRORES DE CORRECCIÓN POR EFECTO PÉNDULO

GALINDO ALONSO J, BRINGAS CALVO R, FERNÁNDEZ MUÑOZ M, GALINDO FERREIRO A


RESUMEN

Objetivo: Estudiar el error producido en la corrección del astigmatismo a causa del giro de estabilización (efecto pendular) una lentilla tórica blanda de potencia correcta.

Material y métodos: Se parte de las fórmulas del Prof. Márquez para combinaciones esferocilíndricas para encontrar una expresión matemática que nos informe del astigmatismo residual que se genera al variar el eje de equilibrio de una lentilla tórica blanda. Se dispone el sistema de cálculo como una aplicación Excel.

Resultados: Los resultados se recogen en forma de gráfica, que puede utilizarse para prever el posible error a cometer en una adaptación según la cuantía del cilindro a correguir.

Conclusiones: Se demuestra que es arriesgado corregir astigmatismos de más de 3 dioptrías con lentes de contacto blandas a causa de que su eje de equilibrio no es absolutamente estable. Creemos que es necesario una evaluación del efecto pendular en la fase de adaptación de una lentilla tórica blanda a fin de calcular el astigmatismo residual que se genera y evaluar las espectativas de calidad de la corrección óptica.


INTRODUCCIÓN

Venimos utilizando lentes de contacto tóricas desde 1975 para la corrección del astigmatismo, encontrando que proporcionan grandes satisfacciones tanto al usuario como al adaptador. Entre sus inconvenientes debemos mencionar la absoluta necesidad de que el eje del cilindro corrector coincida exactamente con el del astigmatismo del ojo a tratar. Ello nos obliga a medir con razonable precisión la refracción del ojo, así como el eje de equilibrio de la lentilla sobre dicho ojo.

Cualquier adaptador con experiencia en este tipo de lentes conoce el hecho de que el citado eje de equilibrio no es absolotamente fijo, sino que oscila alrededor de una posición determinada con un efecto pendular. Ello es con frecuencia la causa de que pacientes aparentemente bien adaptados se quejen de visión intermitentemente mala. Nuestro trabajo intenta relacionar cómo varía el efecto corrector cilíndrico de una lentilla tórica blanda en relación al ángulo de movimiento pendular que presenta. Para realizar este cálculo proponemos un sistema gráfico o bien nuestra hoja de cálculo, que remitiremos gustosamente a quien nos la solicite.

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Hemos partido de las conocidas y olvidadas, o incorrectamente transcritas en muchos libros, fórmulas del Prof. Manuel Márquez para el cálculo de la potencia resultante de la combinación de dos lentes esferocilíndricas.

Recordemos cómo son estas fórmulas:

El primer esferocilindro tiene un componente esférico E1 y un cilindro C1 a un ángulo a1. El esférico del segundo esferocilindro es E2 y su cilindro C2 con un ángulo a2. Llamaremos ø al ángulo entre los dos cilindros C1 y C2, de forma que ø= (a2a1. Deseamos encontrar los valores E, C, y a de la combinación resultante.

El cilindro resultante valde

y forma un ángulo con el eje x

Por último el esférico resultante es

Recordemos también que la validez de estas fórmulas depende de dos condiciones:

1.ª El signo de los cilindros debe ser igual y positivo.

2.ª El primer esferocilindro debe ser el de ángulo menor.

Hemos dispuesto estas fórmulas en una hoja de cálculo (Excel de Microsoft) y, sobre ellas, hemos realizado una modificación para adaptarlas al caso particular de que los esferocilindros a combinar sean los siguientes:

1.º Refracción de un ojo.

2.º Refracción «in situ» de la lente de contacto que se adapta a dicho ojo, contando con que el eje del astigmatismo podría estar girado respecto al adecuado al ojo.

El dato a buscar es la refracción sobre lentilla que encontraríamos, si bien para este trabajo únicamente tomaremos en consideración la cuantía del cilindro de esta sobrerrefracción.

La programación de la hoja de cálculo se ha realizado de acuerdo al siguiente criterio:

a) Una vez introducidos los datos de la refracción en gafa se calcula el error de refracción del ojo, que será complementario de la gafa. Así, si es necesaria una gafa de –3 esf –2 cil a 0° el error refractivo de este ojo es de +3 esf +2 cil a 0°.

b) Se introduce la refracción de la lentilla, teniendo en cuenta que el ángulo del cilindro respecto a la horizontal debe ser el real que existe cuando la lentilla está puesta en el ojo, y no aquel que debería de existir si la lentilla adoptara la posición ideal en el ojo.

c) Una vez conocidos la refracción de la lentilla y el error refractivo del ojo procedemos a calcular el resultado de la combinación de estos dos esferocilindros de la siguiente manera:

1. Transformamos los esferocilindros a valores positivos de cilindro.

2. Elegimos como esferocilindro primero al de ángulo menor.

3. Aplicamos las fórmulas de Márquez.

El esferocilindro resultante de este proceso expresa el valor del defecto residual del ojo, que deberíamos corregir mediante una gafa. Esta será complementaria de dicho defecto residual. Así, si el defecto residual del ojo es de –1 esf –0,50 cil a 15° la gafa que encontraríamos por sobrerrefracción sería +1 esf +0,50 cil a 15°.

Con este sistema hemos calculado en cilindro que se genera en astigmatismos entre 1 y 6 dioptrías cuando se adapta al ojo una lentilla de la potencia correcta pero que presenta un giro de su eje entre 0 y 20 grados respecto de la posición correcta.

 

RESULTADOS

Expresamos los resultados obtenidos en la figura 1. En el eje x disponemos el giro no deseado de la lentilla, entre 0 y 20 grados. En el eje y disponemos las dioptrías del astigmatismo inducido. De arriba abajo mostramos la gráfica correspondiente a los casos de 1 a 6 dioptrías de astigmatismo ocular, identificados por la leyenda del margen derecho.

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Fig. 1.

Se aprecia que el cilindro residual aumenta linealmente en proporción al giro de la lentilla y a la potencia del astigmatismo a corregir. Así, el giro de 14 grados genera un astigmatismo residual de 0,52 si la lentilla (y el ojo) tiene un astigmatismo de 1 dioptría, pero que ese mismo giro genera un residual de 3,11 si la lentilla es de 6 dioptrías. En este último caso bastaría un insignificante giro de 5 grados para que nos aparezca un astigmatismo de 1,05 dioptrías.

 

CONCLUSIONES

Debemos tener en cuenta que una lentilla blanda tórica flota sobre el ojo y su eje oscila alrededor de una posición ideal que hemos previsto. Esta oscilación es variable con el diámetro de la lentilla, sistema de estabilización, hidratación y radios de la córnea, por no citar hábitos de parpadeo del paciente o necesidad de uso de la mirada lateral. Es posible que dicha oscilación sea de ±10 grados o incluso superior en algunos momentos. Esta desviación generaría un componente indeseado de 0,35 a 2,08 dioptrías, según que el astigmatismo que tratamos de corregir sea de 1 a 6 dioptrías.

Confiamos en que la gráfica adjunta pueda ser de utilidad para evaluar en la fase de adaptación, y previo medida de la amplitud del efecto pendular, el astigmatismo residual máximo que puede generarse en el uso de la corrección con lentillas y decidir si es admisible o supera lo tolerable para el manteni¦niento de una adecuada agudeza visual.

 

BIBLIOGRAFÍA